viernes, 20 de noviembre de 2015

Ni Roma ni amor.

Pensar por un momento que has pensado en mí me vuelve loca, me pongo roja y como una obsesa empiezo a bailar, nuestra canción favorita, claro.
No pensé nunca que te acordarías de mí en medio de una fiesta, que en medio de besos, caricias y alcohol apareciese mi imagen en tu cabeza. Sé que no significa nada y que seguramente le esté dando más significado que todo, y es que pensar en tanto y en tan poco contigo me vuelve tan confunsa, que a veces necesito aclararme y hacerme ideas inexplicables e imposibles de las que luego arrepentirme.
Tengo mil escritos por ti, un millón de versos que explican lo inexplicable que sentí, que te miran a los ojos y hablaban por sí solos, te abren la boca y en medio de la desesperanza se abalanzan a besarte mientras yo sigo como una loca intentando buscarte.
Bueno amor, espero que Roma nos brinde un final y no nos deje como el último plato a servir, que no nos lleve a la ruina y que al revés seamos el total significado de la palabra.







No hay comentarios:

Publicar un comentario